Memoria y Justicia a Lxs Caídxs #6: ANDRÉS PONCE PONCE

5 septiembre 2021 | Destacados, Memoria

Ϯ 38 años. Renca. 20 de Octubre de 2019

Andrés Ponce, de 38 años, vivía en Renca, trabajaba como obrero en una empresa de congelamiento, ubicada casi a la vuelta de Kayser, a una media hora caminando desde su casa.

EL domingo 20 de octubre, Andrés salió de su casa cerca de las dos de la tarde. Era domingo y habitualmente iba a cachurear a la feria con los amigos. Su primo, Guillermo Coronado cuenta que estaba con su familia cuando se percatan de que Andrés no había regresado a su hogar aquella tarde [1]

La familia al enterarse de la noticia del incendio en Kayser, preguntaron y algunos vecinos que conocían a Andrés, les dijeron que lo habrían visto en los alrededores del recinto que se había incendiado, pero que no lo habían visto entrar. También, otra persona que estuvo en el interior de Kayser, en el segundo piso, les relató que había visto a Andrés fuera del recinto, pero que cuando llegó Carabineros a dispersar a la masa, lo perdió de vista.

El domingo 20 de Octubre del 2019, tras el inicio de la protesta social, la bodega de la empresa de ropa interior Kayser, ubicada en la avenida Miraflores con La Rambla, Renca se vio afectada por un masivo saqueo que habría comenzado a mediodía, y posteriormente en la tarde, un incendio comenzó cerca de las 15:00hrs. La noche anterior un supermercado Lider contiguo había sido saqueado desde la noche del sábado. A las 15:16 hrs bomberos recibió la alerta de incendio de la bodega Kayser, y demoraron cerca de 30 minutos en llegar.

Guillermo Coronado acusa que inmediatamente después del incendio no se acordonó el perímetro de Kayser, no se resguardo los accesos ni se hicieron peritajes en el lugar. Guillermo decidió ir por su cuenta a la bodega ya que no había ningún obstáculo para entrar. En el interior, vio mucho fierro en el suelo, el cual es muy difícil de incendiar; entró a unos camarines que estaban en la parte de trasera del recinto, donde encontró bidones con líquidos inflamables que estaban a la mitad de su contenido.

En una primera instancia en el Servicio Médico Legal le indicaron a la familia que era necesario primero reconocer tatuajes o cicatrices a través de fotografías para poder luego hacer un reconocimiento presencial del cuerpo. Pero no hubo reconocimiento. Le tomaron a los familiares muestras de ADN, e informaron que su resultado estaría 5 a 12 días. Una semana después del resultado positivo de ADN, les permitieron entrar a hacer un reconocimiento facial, sin permitirle ver el cuerpo, por el estado de que se encontraba. Guillermo relató no tener certeza de que el cuerpo que vio, era realmente su primo. La autopsia, a través de una radiografía, detectó una serie de fragmentos irregulares metálicos incrustados en el muslo izquierdo de Andrés, pero la misma no perició dichos fragmentos ni se enviaron a un laboratorio para ser examinados. La Fiscalía Centro Norte a cargo de la investigación, no realizó ninguna indagación para aclarar esta anomalía.

Guillermo comentó [2] que “la negligencia del SML es constante, dado que cuando se notificó a la primera víctima de Kayser, que fue Yoshua, el joven de 17 años, primero llamaron a mi tía informándole que el cuerpo había dado positivo y que lo vinieran a buscar. Mi tía señaló que no pertenecía a Andrés, mi primo”. De la misma manera agregó que “hicimos el funeral, velorio, todo. Fue enterrado este pasado domingo, y el día lunes vuelven a llamar a mi tía del SML indicando que otro examen había dado positivo, que fueran a reconocer el cuerpo de Andrés. Señalamos que Andrés ya estaba sepultado y preguntamos cuál era la información que ellos manejaban administrativamente, si era acorde o no. A lo cual dijeron ‘equivocado, chao’”.

En octubre se difundió un video por rrss, registrado por Carabineros donde funcionarios entran y recorren la bodega Kayser con la luz de una linterna. El lugar se presenta lleno de escombros y entre ellos van apareciendo los 5 cuerpos calcinados en diversas posiciones; uno boca abajo y otro boca arriba, con sus brazos arriba, como si le hubiesen apuntado con un arma. Dichas posturas se alejan diametralmente de las adoptadas por personas que perecen en un incendio. A Guillermo le llama la atención en dicho video como el funcionario policial va de un cuerpo a otro, como si ya supieran los lugares en los que estos se encontraban.

El cuerpo de Andres Ponce, fue hallado en el segundo piso de la bodega Kayser, donde también se encontraron otros cuatro cuerpos que fueron identificados como: Manuel Muga Cardemil (59 años), Yoshua Osiorio (17 años), Luis Salas Martinez (47 años) y Julián Pérez Sánchez (51 años).

El 30 de octubre de 2019, la fiscalía Centro Norte citó a las familias de los 4 fallecidos que hasta ese momento habían sido identificados, para hablar con el fiscal regional Xavier Armendáriz; designado jefe de la investigación. Además, estuvo el fiscal José Morales y la Unidad de Víctimas.

En dicha reunión, les confirmaron la muerte por asfixia debido a la inhalación de humo, y aseguró que los órganos internos de los cadáveres se encuentran sin lesiones atribuibles a terceras personas, señalando que las lesiones óseas de las víctimas, correspondían a “fracturas térmicas por la alta temperatura a la que estuvieron expuestas”. También, el fiscal sugirió a las familias, no hablar con los medios de comunicación sobre el caso.

En el quinto cuerpo -en ese momento un NN-, posteriormente identificado como Luis Salas Martinez, se encontró una «lesión balística reciente con proyectil único retenido en pie izquierdo, lesión que debió limitar el desplazamiento del afectado». Según la médica tanatóloga, Vivian Bustos, se habría producido entre 8 a 12 horas antes del deceso de la persona. Sin embargo, en la autopsia realizada a ese cuerpo no se documenta lo anteriormente expuesto.

Alejandra Ponce, madre de Andrés, afirmó que “ha sido poco serio. Lo han tomado como un objeto, porque es un desorden total que tienen ahí. Los miraron, no sé, como saqueadores, como ladrones, yo creo. Mi hijo no tiene antecedentes de nada”. Las dudas de Guillermo coinciden con las otras familias: ¿por qué no funcionó el sistema de emergencia antiincendios de la fábrica? Si es tan alto el calor, debió activarse, cuestionan. ¿Quién es el Carabinero que grabó el video que está circulando y que muestra los cuerpos? Aparte, les informaron que no hay registro de video porque las cámaras se calcinaron.

Las familias de dos de los cinco fallecidos, Manuel Muga y Andrés Ponce, se querellaron por los delitos de homicidio calificado y obstrucción a la investigación a través de la Defensoría Popular, mediante el abogado Lorenzo Morales. La familia de Andrés, al igual que la de Yoshua, pedirá la exhumación de su cuerpo.

A las irregularidades relatadas por la familia, se le suma la sospechosa remoción forzada de la Jefa del Laboratorio Forense del SML, especialista en muertes por incendios, Aleida Kulikoff el 25 de octubre tras haber señalado que los «Cuerpos calcinados hallados tienen otra causa de muerte».

Respecto al incendio desde la fiscalía señalaron que este comenzó intencionalmente, ya que alguien dejó un objeto portador de calor, y no hubo necesidad de utilizar acelerantes, por ser un lugar “fácil” de quemar. Las cámaras de seguridad se habrían quemado junto con la bodega, por lo tanto no existirían pruebas visuales, versión que se contradice con el guardia que estuvo todo el tiempo en la caseta de seguridad y que fue testigo del incendio, Reinaldo Marinovic, que aclaró al medio Interferencia que él había guardado los videos de las cámaras, pero que el gerente de operaciones, Juan Echeverría, se los habría llevado.

A un año del incendio, en octubre de 2020, las familias y vecinos de Renca realizaron una jornada de movilizaciones por Verdad y Justicia para las cinco personas halladas en la Bodega Kayser. A casi dos años del incendio, no hay ningún avance en la investigación.

RVF, Resistencia Visual y Capucha Informativa

Referencias

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